AUTOvíaUruguay

Necesitaba masticar su bronca el querido y legendario Autódromo, que fue olvidado en el tiempo. Deberíamos decir que el "Eduardo P. Cabrera" se quedó un largo rato en el box, al margen de miradas de aficionados al automovilismo. Ahora volverá a abrir sus puertas el próximo 10 de noviembre, para volver marcar el rumbo de los motores.

Pero antes, el Autódromo necesitaba masticar su bronca, porque se quedó un largo rato en el box, al margen de las miradas de los aficionados a los motores y refugiado por años para que no mataran su belleza natural de estructura del circuito ahora llamado a grandes realizaciones en el ambito de la AUVO (Asociación Uruguaya de Volantes).

Ahora veremos a mecánicos y técnicos desmontando y armando autos, con sus equipos fabulosos que como feriantes montarán y desmontarán sus campamentos al comienzo y al final de cada jornada, en un circo que será multimillonario en este caso, y donde podremos ver el rito de cada festejo, quizás. con champagne, aunque al comienzo no nos resulte fácil distinguir a los ingenieros de toda la mecánica del automovilismo nacional e internacional que estarán enfundados en esos uniformes multicolores que siempre parecen recién estrenados y que ya se aproximan a toda velocidad a Rivera, para estar el sábado 10 de noviembre, en el punto de partida de la reinauguración de nuestro bellísimo y floreciente Autódromo "Eduardo P. Cabrera", para atropellar a todos con el ruido ensordecedor de las máquinas de un mundo de contrastes como es el del automovilismo uruguayo.

Al fin y al cabo, estarán los que hoy por hoy nos interesa a nosotros ver. Especialmente a nuestro poco difundido campeón Fabricio Larratea, tratando de repetir sus grandes marcas y así enrostrarnos definitivamente a todos los riverenses y a los que no lo son esa diferencia de poderío que casi seguro reflejará como él sabe en la pista local "Eduardo P. Cabrera".

Queremos vivir a través de DiarioUruguay y de nuestra radio VOCACION FM, ese momento esperado... de unos contentos por subir otra vez al podio y otros contentos también, pero por haber terminado una carrera imposible -por primera vez en la historia- la obra del Autódromo, donde la pericia de manejo puede establecer una buena esperanza para el deporte riverense.